Como cada año, los estudiantes universitarios (y otros tantos que se unen a sus filas) se reunieron en un macrobotellón en el Charco de la Pava el pasado jueves para inaugurar el comienzo del curso académico.
Esta vez a las autoridades no les cogió por sorpresa y se prepararon ante la llegada masiva de jóvenes, alrededor de unos 5000, según fuentes policiales. Durante la concentración no hubo que lamentar grandes incidentes. Un hecho que obedece, en gran parte, al dispositivo que organizó la Delegación de Seguridad y Movilidad. Según fuentes del departamento que dirige Demetrio Cabello es la primera vez que se convoca un encuentro de este tipo para las botellonas universitarias.
La presencia policial fue fuerte, entorno a un centenar de agentes, que se encargaron de impedir la entrada de coches y motos al descampado para evitar que los estudiantes se quedaran allí durante toda la noche, se valló parte del perímetro del Charco de la Pava para delimitar los cuatro puntos de acceso y se instaló un dispositivo de alcoholemia en la avenida Carlos III, se instalaron tiendas de asistencia médica, entre otras medidas.En general, la jornada se desarrolló con normalidad dentro de lo previsto. Apenas con sólo dos asistencias, una por intoxicación etílica y otra por un corte con una de las botellas. Esta vez, no se tuvieron que lamentar sucesos como el que ocurrió en el anterior macrobotellón en el que un jóven de 24 años fue apuñalado cuando se celebraba la barrilada de la Fiesta de la Primavera.
Se trata de la primera macrobotellona en el gobierno de Zoido, quien aseguró a los pocos días de ganar las elecciones que combatiría estas concentraciones, de las que señalaba que "no se pueden cambiar de la noche a la mañana", de ahí que apueste por reforzar la seguridad para evitar incidencias en lugar de impedirlas.
El portavoz socialista, Juan Espadas, ha apostillado que la vigilancia policial exclusiva "no sería una solución" a este tipo de actos y recuerda que el gobierno de Zoido ha renunciado el proyecto Seviocio, que la anterior corporación pretendía instaurar, sin que se haya dado a conocer alternativa alguna al respecto.
¿Qué día fue el botellon? ¿Jueves o Viernes?
ResponderEliminarVeo bien que se refuercen los operativos especiales como Policía y centros médicos en casos de urgencias. Yo no me opongo a las botellonas, eso sí, siempre que se hagan en espacios acordes para ello, que estén relativamente alejados de zonas urbanas y habitables, como es este caso, y donde no se llegue al descontrol por exceso de alcohol y luego llegar al punto de peleas o carreritas con los coches. Todo con su limitación.
ResponderEliminarNo creo que la solución sea prohibir, ya que esto llevaría a peores consecuencias, pero sí controlar y que todos colaboren: si no prohíben las botellonas, que la gente tenga cabeza y si bebe, que utilicen medios de transportes en lugar del coche.
La última barrilada fue una locura, ya que llegó a entorpecer el normal desarrollo de la ciudad y de los ciudadanos (los cuales muchos iban de camino al trabajo o a casa). Yo fui una de ellas. Pero esta vez han conseguido que sea una barrilada "sigilosa" y tranquila en la que afortunadamente no se ha tenido que lamentar ningún incidente grave. Mejor prevenir que curar
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