El próximo domingo tendrán lugar las elecciones generales. Los votantes se echaran a la calle para elegir candidato. Andalucía tiene un papel clave en esta jugada. Hasta ahora, había sido una tierra dominada por los socialistas. Ya en las elecciones municipales del pasado mes de mayo vimos como los populares fueron ganando territorio por 7,2 puntos(unos 300.000 votos) de diferencia. Después de que este fin de semana las encuestas terminaran de despejar el resultado del 20-N, el PP sale victorioso con una amplia mayoría que en buena parte se apoya en el imponente avance de este partido en Andalucía. Las generales son la otra gran prueba.
Andalucía, Cataluña y el País Vasco han sido, hasta ahora, las comunidades donde el PP iba lastrado. Esto cambiará el 20-N, aunque en el País Vasco y Cataluña, el voto de Mariano Rajoy puede quedar en empate con el resto de fuerzas. Sin embargo, el PP ganará con claridad en Andalucía.
Todo esto es un reflejo de lo que ocurrirá en la primavera de 2012, cuando se produzcan los comicios autonómicos. Si en el 20-N la diferencia de porcentaje de votos entre PP y PSOE es más de 10 -no digamos ya de 12 o 14- Arenas, que ya ha intentado tres veces conseguir la presidencia de la Junta sin éxito, tiene todas las papeletas para convertirse en el próximo presidente. En ese caso, cabe esperar un pacto del PSOE con Izquierda Unida, cuyo líder andaluz, Diego Valderas, ya ha dicho que no dejará pasar al PP. El actual presidente de la Junta, se convertiría así en el primer mandatario socialista en caer en 30 años. Si la diferencia es menos de 10, Gríñán aún tendría posibilidades.
Una vez que se conozcan los resultados de las elecciones generales del próximo domingo, el presidente José Antonio Griñán debe resolver cuándo convocará las propias. Las fechas con más opciones son el 18 y el 25.
Andalucía, Cataluña y el País Vasco han sido, hasta ahora, las comunidades donde el PP iba lastrado. Esto cambiará el 20-N, aunque en el País Vasco y Cataluña, el voto de Mariano Rajoy puede quedar en empate con el resto de fuerzas. Sin embargo, el PP ganará con claridad en Andalucía.
Todo esto es un reflejo de lo que ocurrirá en la primavera de 2012, cuando se produzcan los comicios autonómicos. Si en el 20-N la diferencia de porcentaje de votos entre PP y PSOE es más de 10 -no digamos ya de 12 o 14- Arenas, que ya ha intentado tres veces conseguir la presidencia de la Junta sin éxito, tiene todas las papeletas para convertirse en el próximo presidente. En ese caso, cabe esperar un pacto del PSOE con Izquierda Unida, cuyo líder andaluz, Diego Valderas, ya ha dicho que no dejará pasar al PP. El actual presidente de la Junta, se convertiría así en el primer mandatario socialista en caer en 30 años. Si la diferencia es menos de 10, Gríñán aún tendría posibilidades.
Una vez que se conozcan los resultados de las elecciones generales del próximo domingo, el presidente José Antonio Griñán debe resolver cuándo convocará las propias. Las fechas con más opciones son el 18 y el 25.
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